Santos del 12 de julio:
- San Juan Gualberto
- San Clemente Ignacio Delgado Cebrián
- San Félix de Milan
- San Fortunato de Aquileia
- San Hermágoras de Aquilea
- San Hilarión de Ancira
- San Juan Jones
- San León I abad
- San Nabor de Milán
- San Paterniano de Fano
- San Pedro Khanh
- San Proclo de Ancira
- San Vivenciolo de Lyon
- Santa Inés Lê Thi Thành (Dê)
- Beato David Gunston
- Beato Matías Araki y siete compañeros
BIOGRAFÍA
Verónica (también llamada Serafia), según la tradición cristiana, fue la mujer que, durante el Viacrucis, tendió a Cristo un velo, lienzo o paño: el paño de la Verónica (también llamado "Verónica" a secas) para que enjugara el sudor y la sangre. En la tela habría quedado milagrosamente impreso el Santo Rostro. La escena no se encuentra en los evangelios canónicos.
Se le rinde culto por su vinculación con la figura de Cristo, como a otras Santas Mujeres, y es muy común su representación pictórica o escultórica portando el paño. En el evangelio apócrifo de Nicodemo, o Actas de Pilato, el personaje de Verónica se identifica con el de la hemorroísa curada por Jesús, que testifica a gritos a su favor ante Pilato en el pretorio, al serle negada como mujer la capacidad de testificar en juicio. Ella misma, en el evangelio de la muerte de Pilato (1, 9-10), declara al enviado de Tiberio César que, deseando tener un retrato de Jesús y buscando un pintor que se lo hiciese, Jesús le salió al encuentro y pidiéndole el lienzo que llevaba para el artista se lo devolvió con la imagen de su rostro. La tradición medieval situó posteriormente ese encuentro en el Camino de la Amargura. En Paneas, según Eusebio de Cesarea (Historiae Ecclesiasticae, VII, XVIII (PG. XX, 680), en un jardín público, se podía ver a mediados del siglo iv una escultura de bulto con la curación de la hemorroisa, de la que se decía que la estatua de Jesús era su verdadero retrato, lo que, según explicaba Eusebio, a nadie podía resultar extraño que hubiesen erigido gentiles a los que en otro tiempo Jesús había curado, pues «sabemos que en las pinturas se conserva el aspecto de sus apóstoles Pedro y Pablo, y del propio Cristo, dado que, al parecer, los antiguos acostumbraban, según el uso de los gentiles, a rendir este tipo de honor a todos aquellos que consideraban como libertadores».
El paño de la Verónica sería una de las reliquias que se consideran vera icon; o sea, verdaderas imágenes de Cristo, como el Mandylion de Edesa, la Sábana Santa de Turín o el Santo Sudario de Oviedo.
Según una tradición que ya existía en el siglo viii (cuando el papa Juan VII habría consagrado en Roma una capilla denominada de sancta María in Verónica), el emperador Tiberio, contemporáneo de Cristo, fue curado milagrosamente de una terrible enfermedad por esta reliquia. No hay documentación hasta el siglo xI.