Santos del 17 de julio:
BIOGRAFÍA
San Alejo (Álex) de Roma o mendigo (siglo iv-412) es venerado como santo por las iglesias ortodoxa y católica. Los datos sobre su vida se han transmitido en el poema del siglo XI Vie de Saint Alexis, traducido en diversas lenguas europeas durante la Edad Media.
Según la leyenda, Alejo era hijo de Eufemiano y Agalé, patricios romanos. Fue prometido con una mujer virtuosa que, en la misma noche de bodas, la convenció para que renunciara al matrimonio a cambio de una vida librada a la piedad y la fe. Luego se embarcó hacia el norte de Siria (la actual Turquía) para llegar a la ciudad de Laodicea y, después, a Edesa (actual Urfa), donde se ganaba la vida pidiendo limosna. Tuvo una visión de la Madre de Dios.
17 años después volvió a Roma. Fue a casa de su padre a pedir limosna, pero nadie lo conoció. Acogido como mendicante, vivió durante 17 años más en su casa, sin ser reconocido, rezando y enseñando el catecismo a los niños. Dormía bajo la escalera de la entrada. Sabiendo que iba a morir, escribió su historia, explicando por qué renunció a la boda, el viaje a Edesa y su vida posterior. Murió y, según la leyenda, solo su padre pudo abrirle la mano para tomar la carta y leerla, quedando sorprendido al darse cuenta de que era su hijo.
Según otra tradición, Alejo murió pobre en un hospital de Edesa, y antes de morir reveló que era miembro de una familia noble y que había rechazado el matrimonio para consagrarse a Dios.
La reliquia de su cabeza se venera en el monasterio de Santa Laura del Peloponeso.
Su culto se desarrolló en Siria y se extendió por el Imperio bizantino hacia el siglo ix. Solo hacia finales del siglo x apareció el nombre en los libros litúrgicos occidentales.
A pesar de su popularidad, en 1969 fue suprimido del Calendario General de los Santos, a causa del carácter legendario de su vida. Posiblemente, la historia se base en la de algún asceta oriental de Edesa que vivió de forma pobre y fue venerado como santo, siendo el resto de elementos de invención popular. Se continúa conmemorando su memoria, aunque no de forma generalizada como antes.