SANTOS DEL 4 DE AGOSTO
- San Juan María Vianney, Cura de Ars
- San Rubén, estilita
- San Aristarco
- San Eleuterio de Tarsia
- San Eufronio de Tours
- San Jacinto de Roma
- San Onofre eremita
- San Rainero de Split
- Santa Ia
- Beata Cecilia de Bolonia
- Beato Enrique Krzysztofik
- Beato Federico Janssoone
- Beato Gonzalo Gonzalo
- Beato Guillermo Horne
BIOGRAFÍA
Juan Bautista María Vianney (Dardilly, 8 de mayo de 1786-Ars-sur-Formans, 4 de agosto de 1859), conocido como el Santo Cura de Ars, fue un presbítero francés proclamado patrono de los sacerdotes católicos, especialmente de los que tienen cura de almas (párrocos).
Su humildad, su predicación, su discernimiento y saber espontáneos, y su capacidad para generar el arrepentimiento de los penitentes por los males cometidos fueron proverbiales. Administrador del sacramento de la penitencia durante cuatro décadas a razón de más de diez horas diarias, llegó a hacerlo entre dieciséis y dieciocho horas por día durante trece años, desde 1830 hasta que enfermó en 1843. Se lo considera uno de los grandes confesores de todos los tiempos. De él escribió Juan Pablo II:
Me impresionaba profundamente, en particular su heroico servicio de confesionario. Este humilde sacerdote que confesaba más de diez horas al día comiendo poco y dedicando al descanso apenas unas horas, había logrado, en un difícil periodo histórico, provocar una especie de revolución espiritual en Francia y fuera de ella. Millares de personas pasaban por Ars y se arrodillaban en su confesonario.
Nació en Dardilly, al noroeste de Lyon, Francia. Hijo de Matthieu Vianney y Marie Beluze, fue el tercero de seis hermanos, de una familia campesina.
Después de una breve estadía en la escuela comunal, en 1806, el cura de Ecully, M. Balley, abrió una escuela para aspirantes a eclesiásticos, y Juan María fue enviado a ella. Aunque era de inteligencia mediana y sus maestros nunca parecieron haber dudado de su vocación, sus conocimientos eran extremadamente limitados, acotados a un poco de aritmética, historia, y geografía. Encontró el aprendizaje excesivamente difícil, especialmente el estudio del latín. Uno de sus compañeros, Matthias Loras, más tarde primer obispo de Dubuque, le ayudaba con sus lecciones de latín. Como otros muchos seminaristas, hizo una peregrinación al santuario de San Juan Francisco Régis en Lalouvesc (1806). Ese mismo año fue dispensado del servicio militar en su calidad de aspirante al sacerdocio.
Sin embargo, fue llamado a filas en 1809, y el 26 de octubre, el joven recluta ingresó al cuartel de Lyon para ser enviado al ejército napoleónico que invadía España, vía Roanne.
El 6 de enero de 1810, Juan María desertó, y con la identidad de Jerónimo Vincent, se ocultó en los bosques del Forez, en los alrededores de Noes. Liberado del servicio militar y de su situación irregular por el enrolamiento anticipado de su hermano menor, el desertor regresó en octubre de 1810 a casa del párroco Balley. Recibió la tonsura el 28 de mayo siguiente.